Cuidado con lo que deseas. Las expectativas suelen saldarse con más decepciones que satisfacciones. Sobre todo cuando son ambiciosas. Y “Wish” llega a las pantallas coincidiendo nada menos que con la celebración de los 100 años de Disney. Ahí es nada la responsabilidad de representar a la franquicia en tamaña efeméride. Y digámoslo ya, no está a la altura. Es de las pequeñas, de las prescindibles, de las películas que se olvidan. Pero lo más extraño, dadas las circunstancias conmemorativas, es el escaso nivel de exigencia que se advierte al visionar el film. Poca atención a los detalles, fondos difuminados, estáticos o poco trabajados, animación mecánica en los personajes menos relevantes e incluso algunas soluciones visuales facilonas, que podrían excusarse apelando a homenajes nostálgicos a la estética clásica, pero que en verdad resultan poco convincentes, y relegan el producto a esa categoría tan Disney de secuela para video/plataforma.
El bagaje es insuficiente. El punto de partida no es un prodigio de originalidad, pero podría haber dado más de sí, de haber sabido dotar a los personajes de un mayor carisma, de rasgos menos previsibles o recursos cómicos más efectivos, pero todo resulta bastante rutinario, poco sorprendente y ni demasiado emotivo ni divertido. O sea, un pasatiempo del montón que no pasa de correcto, y apenas ofrece un par de momentos destacados, como por ejemplo el primer número musical a lo bollywood. No es buena señal que lo más aclamado por los niños de la sala fueran los créditos finales que, cómo guiño al centenario, repasan con un trazado de estrellas a los personajes más populares de la productora, coreados por los chavales cuando los reconocen. De Mickey a Frozen, toda una galería de ídolos animados.
Productora: Disney
Dirección: Chris Buck, Fawn Veerasunthorn
Género: Animación.
Javier Matesanz
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