Veronese es imprescindible. El director argentino es un referente mundial y un deleite para quien ame el teatro. Y este fin de semana reside en el Teatre Sans de Palma. Y además con una obra de Donald Margulies premiada con el Premio Pulitzer 2000. Tres representaciones: viernes sábado y domingo.
Y para abrir boca, unas palabras del director para acabar de convencernos:
Texto bello e inteligente, con delicado humor en donde todo comienza con una simple cena entre amigos, como tantas, compartiendo anécdotas, recuerdos comunes y viajes.
El tema es que en esta ocasión una noticia (la ruptura de una de las parejas) empieza a resquebrajar la típica serenidad de estas familias económicamente acomodadas, burguesmente constituidas, existencialmente satisfechas. Los efectos de la disolución marital produce que todo -lo que parecía en su lugar y era tan tranquilizador- se resquebraje.
Como piezas de dominó la caída traerá aparejada una estampida que derretirá los cimientos de eso que parecía tan bien construido. Y aquel aparente equilibrio desaparecerá, para dar lugar a una realidad más cuestionada, como si al corroerse el velo de lo natural y cotidiano obviamente nos obligáramos a indagar no solo de quién nos hacemos amigos, sino con quién elegimos compartir nuestra vida.
Un delicado aviso a la hipocresía familiar que mira hacia fuera y muy poco hacia dentro. ¿Comedia romántica? Puede ser pero no esperemos finales rosas o complacientes.
Els vostres comentaris