Peter Pan es uno de los personajes más fascinantes de la fantasía familiar, porque apela tanto a los niños como a los mayores; los niños porque lo son y los mayores porque quisieran seguir siéndolo, y todos se sienten interpelados y se identifican de un modo u otro con los sueños que están por venir o por recuperar. Pocas historias han legado tantos momentos emblemáticos e inolvidables como la de ese niño que no quiere crecer, que pierde su sombra, que no sabe lo que es un beso, que vuela con polvo de hadas y lucha contra piratas en el País de Nunca Jamás. Se han hecho de ella cientos de versiones, y aunque no siempre buenas, la verdad es que de alguna manera siempre encuentra uno a dónde agarrarse para disfrutar de la aventura, la ternura y la magia del relato, que a Palma llegó en forma de musical de gran formato y en clave infantil, renunciando a las reflexiones más profundas y existenciales de los personajes (mucho más adultos e incluso siniestros en el original de lo que suelen demostrar en las versiones), y buscando la sorpresa y las conexiones más básicas de los peques, que coreaban las canciones, daban palmas e incluso gritaban ante las fauces del cocodrilo “Tic tac”. Y que por supuesto buscaron el abrazo de Peter y Garfio a la salida. Eso sí, la ausencia de Campanilla, convertida en un simple punto de luz láser, decepcionó a más de uno. No convenció tan austero recurso luminoso.
Irregular, pero siempre efectivo en sus coreografías, Peter el Musical flojea en los momentos más teatrales, pero remonta, sobretodo en la segunda parte con la llegada de los indios, con sus coreografías musicales, algunas de ellas visualmente muy conseguidas, como el momento de las sirenas. Y al final se meten en el bolsillo a una chiquillería entregada que sale tarareando melodías y exigiendo hacer la dolorosa escala de Siempre Jamás en el stand del merchandising para rematar la experiencia con la foto de rigor. El entretenimiento sale caro, pero funciona.
Producción: Theatre Properties, Atresmedia y Grupo Eventix.
Reparto: Silvia Villaú, Carlos J. Benito, Carlota L’Hotellerie…
Teatro: Auditorium de Palma.
Javier Matesanz
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