Se imaginan ustedes a un encorbatado Torrente en una secuencia introspectiva reflexionando sobre los prejuicios raciales y la violencia de género, pronunciando un ponderado monólogo de corte liberal en reivindicación de una sociedad más justa y tolerante, y bla, bla, bla; pues claro que no. Guste o no guste Torrente es Torrente, y quien acude a su enésima secuela busca lo que busca, que poco tiene que ver ni con Shakespeare ni con León de Aranoa. Y si alguno venía buscando eso en Ocho apellidos catalanes, pues significa que se perdió los ocho vascos – y sería el único- o que vive en otro planeta, porque lo que propone la película puede ser cualquier cosa menos inesperado. Una tribuna para el lucimiento de Dani Rovira, que con su guasa y su carisma simpaticón es el pilar de este éxito sin precedentes del cine español, que va a significar una irrefrenable y caudalosa afluencia de cómicos televisivos a la gran pantalla en cuestión de nada. Berto Romero, el primero (con permiso de los muchachada nui). Y a partir de ahí, la esperada sucesión de chistes de catalanes, andaluces y vascos, con la oportuna independencia como facilón telón de fondo, y unos actores al servicio del estereotipo con un nivel óptimo de eficacia, que convierte el film en un festival del humor con más risas que sorpresas. Los mejores momentos se concentran en el inicio sevillano con la estridente presencia del rotundo Karra Elejalde fuera de su Euskadi querida. Y es que la historia se acomoda después en el muy transitado subgénero de las bodas accidentadas, y si funciona no es tanto por la propuesta argumental como por la colección de absurdos y delirantes momentos cómicos, que los intérpretes exprimen con dispar pero descacharrante fortuna, haciendo que los altibajos del precipitado guion se salven y disculpen sin problemas con una carcajada desprejuiciada a costa del estrambótico e impagable dúo Sardà-Machi, o a manos de la caricatura hipster trazada por Berto, que bien podría disponer de sección propia en futuras colaboraciones con Buenafuente.
Ocho apellidos catalanes
Director: Emilio Martínez Lázaro. Intérpretes: Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde, Rosa Maria Sardà, Berto Romero.
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