Radio Cincinnati (1978-1982), titulada Sintonía de locura en Hispanoamérica, es una sitcom poco conocida en Europa. En los países de habla hispana, solo se programó en México y en Ecuador, y en España pudo verse únicamente en catalán en la televisión autonómica de Catalunya (TV3). En cambio, causó furor en los Estados Unidos durante sus cuatro años de emisión e incluso suscitó un conflicto legal de repercusión estatal, cuando una cadena radiofónica de Georgia decidió adoptar las mismas siglas que el programa original: WKRP, para aprovechar así su tirón comercial y promocionarse a costa del éxito ajeno. Una maniobra poco ética pero muy efectiva, pues a pesar de las demandas interpuestas, los productores de la telecomedia no solo no lograron impedir el uso de dichas siglas sino que la polémica aumentó aún más si cabe la publicidad de los suplantadores. La justicia argumentó que las siglas estaban registradas como título de un programa televisivo, pero no como emisora de radio, de modo que no se podía invalidar.
Se trataba de una comedia de situación bastante delirante, que ofrecía las más extrañas, peculiares y divertidas historias en una estación de radio en la ciudad de Cincinnati, en el estado de Ohio, donde trabajaban el grupo más heterogéneo e incompetente de profesionales nunca reunido en una emisora. Lo cual, por cierto, le convenía a la propietaria (Carol Bruce), que aparecía solo esporádicamente, pero que en uno de los episodios llegaba a reconocer que mantenía la radio abierta y llena de inútiles para generar pérdidas y desgravar impuestos. A partir de ahí, ya pueden imaginarse lo que era y lo que retransmitía Radio Cincinnati, en el dial 1530 de la AM.
La serie empezaba con la llegada de Andy Travis (Gary Sandy) para hacerse cargo de la dirección de programas de la ruinosa emisora, y se centraba en el descorazonador panorama que se encontraba y en sus dificultades para llevar a cabo los presuntos planes de mejora. Unos problemas relacionados no solo con la paupérrima situación financiera de la cadena, sino también a causa de la idiosincrasia de la plantilla, formada por un grupo de locos encantadores, ineficaces y carpetovetónicos, que no estaban por la labor de colaborar. Aunque probablemente fuera más por incompetencia que por beligerancia. En cualquier caso, las relaciones entre ellos se convertían en el motor de las desquiciantes tramas cómicas del programa, que iban a más así como se establecían alianzas o se consolidaban amistades.
Todo era bastante absurdo y excéntrico en Radio Cincinnati, empezando por la mascota de la emisora, que era una carpa, y acabando por los criterios del nuevo responsable, que nunca tomaba una decisión sin el consentimiento previo de su madre. Y el resto del equipo no era mejor. Ni más convencional. El gerente, al que todos llamaban “Big Guy” (Gordon Jump), era un tontorrón sin más méritos que el de ser el hijo de la dueña. El Dr. Johnny Fever (Howard Hesseman) era un veterano, cínico y neurótico disc-jockey pasado de moda. Herb Tarlek (Frank Bonner), el ejecutivo encargado de la publicidad, pero del todo incapaz de contratar un solo anunciante, del mismo modo que fracasaba una y otra vez en su tenaz asedio al corazón de la recepcionista, la hermosa Jeniffer Marlowe, interpretada por Loni Anderson, y que pese a su exuberante aspecto era cualquier cosa menos el estereotipo de la rubia boba. La actriz se convirtió en uno de los principales sex symbols de la década en EE.UU, hasta el punto de que un póster suyo en bikini se convirtió en el más vendido de los setenta, tomando así el relevo de la Ursula Andress de James Bond contra el Dr. No (1962). Cabe decir no obstante que, a pesar de que su físico era el principal atributo del personaje, Anderson fue el único miembro del reparto que consiguió dos candidaturas a los premios Emmy y tres a los Globos de Oro por su interpretación, aunque finalmente no ganó ninguno y su carrera no acabó nunca de despegar tras la cancelación de la serie.
El reportero de la cadena era Les Nessman (Richard Sanders). Un auténtico negado como informador, pero aún así un profesional abnegado e ingenioso hasta la estupidez, capaz de golpearse el pecho repetidamente frente al micrófono para simular una conexión en directo desde un helicóptero, entre otras muchas y divertidas sandeces. El elenco lo completaban, sin elevar demasiado el nivel, el DJ nocturno Venus Flytrap (Tim Reid) y la tímida oficinista Bailey Quarters (Jan Smithers), que de tímida no tenía un pelo en realidad y acaba convertida en intrépida periodista.
Los comienzos de la serie no fueron fáciles, ya que la audiencia la recibió con tibieza la primera temporada; pero la CBS decidió apostar y mantenerla, subiendo significativamente los índices en la segunda etapa y llegando a superar algunas semanas incluso a la mítica Lou Grant, que la cadena emitía la misma noche de los lunes.
Cuando la MTM Enterprises decidió clausurar definitivamente Radio Cincinnati, dejó atrás una legión de fans, que probablemente hubieran garantizado una rentable continuidad. Pero no casi una década después, como inexplicablemente intentó la productora en horas bajas, en una desesperada tentativa por recuperar alguno de sus éxitos del pasado. Fue en 1991, el programa se tituló The new WKRP in Cincinnati, e intentó rescatar, sin suerte y sin el favor del público, la esencia de la serie original, recuperando incluso algunos de sus simpáticos personajes. Sólo se rodaron 22 capítulos, repartidos en dos discretas temporadas entre 1991 y 1993, antes de que la emisora dejase de emitir para siempre. Esta vez sí.
Título original: WKRP in Cincinnati Origen: Estados Unidos Nº de capítulos: 90 Nº temporadas: 4 Duración: 30 minutos Emisión en España: TV3 Género: Sitcom Cadena: CBS Productora: MTM Enterprises Creador: Hugh Wilson Música: Tom Wells Intérpretes: Gary Sandy, Gordon Jump, Howard Hesseman, Richard Sanders, Loni Anderson, Frank Bonner, Tim Reid, Jan Smithers y Carol Bruce. [/box]
Els vostres comentaris