Hay magníficas (y también malas) películas de acción y violencia, de venganza visceral, que muestran el lado animal de sus protagonistas, capaces de convertir el dolor en odio, y éste en la crueldad más inhumana. Y encima consiguen que nos identifiquemos con ellos, porque suelen desplegar su talento asesino contra criminales inmundos que se lo merecen. En fin, todo muy facha en verdad, si lo analizamos mínimamente, pero la adrenalina de corte macarra no suele estimular demasiado la razón. Sin embargo, si aun así nos da por conectar alguna neurona extra y la ponemos a trabajar con un mínimo sentido de la exigencia, por lo general acabaremos por reconocer cosas como: “lo peor son los diálogos”. ¿Quién no lo ha dicho alguna vez en presencia de Jason Statham o Keanu Reeves? Pues bien, problema resuelto. La respuesta es “Noche de paz”. El regreso al mercado yanqui del rey del exceso, John Woo, que ha vuelto para rodar nada menos que una película de venganza extrema muda. Lo que oyen, ni una palabra. Ni subtítulos. Muy ruidosa, eso sí, pero ni un diálogo. Solo algún whatsapp, y breves. Un guión que no debe ser más largo que este artículo y un espectáculo pirotécnico y coreográfico del copón. Eso es todo. Y no es poco. Otra cosa es que funcione. Y la verdad es que yo acabé por añorar el sonido de las voces, aunque fuera para espetar los tópicos más manoseados del género. Pero en fin, hay que conformarse con la energía explosiva y destructiva marca de la casa del director chino, capaz de excederse incluso en una secuencia de entrenamiento del protagonista con un muñeco. Para Woo nunca es demasiado, y aquí tiene más cancha porque no hay que parar para hablar. En los diez primeros minutos, ya bastante sangrientos, la cosa queda clara, y a partir de ahí empieza la traca.
Por cierto, el título original tiene un doble sentido irónico que se pierde en su traducción navideña: “Noche de paz”. Es cierto que todo acontece entre dos nochebuenas, que no discurren precisamente en paz, pero el “Silent Night” original aún definía mejor el experimento.
Dirección: John Woo
Intérpretes: Joel Kinnaman, Catalina Sandino Moreno, Kid Cudi.
Javier Matesanz
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