En Massa mares per a un fill hay dos ejes básicos sobre los que la trama de intriga se desliza, el de la adicción a la heroína y el de los menores tutelados por los servicios sociales de la Administración cuando se toma la decisión de que no pueden permanecer con sus padres o familia directa.
Trini Jiménez, una treintañera que hace un año ha salido de la cárcel y de un proceso de desintoxicación, aparece muerta en un callejón de Palma, con una jeringuilla en el brazo y una sobredosis de caballo en el cuerpo. Para la policía es un caso cerrado. Pero para Aitor, médico en el centro penitenciario que acompañó a Trini en la superación de su adicción, las dudas sobre lo ocurrido son tan grandes que le empujan a iniciar una pesquisa particular en la que cobrará un papel fundamental la figura de Kevin, el hijo de Trini entregado en adopción sin su consentimiento.
Massa mares per un fill es ficción, aunque ficción escrita para ser leída y sentida como un pedazo de la realidad cotidiana en la que respiramos, nos movemos, interactuamos, vivimos. Ficción señalizada por nombres comunes -Pere Garau, Son Gotleu, Corea, Camp Redò, Son Oliva, Son Xigala…- y atravesada por elementos rutinarios que también son una metáfora de cómo estamos socialmente organizados, como esa línea 7 de la EMT que cada diez minutos ¿une? ¿enlaza? ¿conecta? son Gotleu con la entrada de son Vida y son Xigala. Ficción que busca ahondar en motivaciones y razones, que pretende aventurarse en los por qué sin atribuirse carga punitiva.
Y ficción que funciona razonablemente bien como estímulo de la curiosidad lectora, pese a alguna reiteración y alguna escena sin demasiado nervio. La novela ha supuesto el debut editorial de Dora Muñoz (Palma, 1954), que acabó su trayectoria profesional de maestra y pedagoga como orientadora en el centro de adultos de la prisión de Palma.
Dora Muñoz
Massa mares per a un fill
Llibres del delicte, 278 páginas
Precio16,50 €. Ebook: No disponible
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