Esta recopilación de relatos breves ha sido uno de los grandes éxitos comerciales y de crítica de los últimos meses. Con todo merecimiento. Abrir el libro y asomarse al mundo de Lucía Berlín y sentirse fascinado y arrastrado desde las primeras líneas es irremediable. Con 32 años, Lucía Berlín (Alaska EE.UU., 1936) tenía cuatro hijos y tres exmaridos, una abnegada dedicación a la bebida y a la lectura y una maravillosa capacidad de mirar a su alrededor. La base de la que se sirvió para narrar con afilado desparpajo. Destilando una deliciosa y adictiva sustancia; la ironía.
Sus relatos ofrecen una visión genuina y reveladora de su entorno y aunque están empapados de cotidianeidad –la espera en una lavandería, los trabajos de supervivencia, los recuerdos y traumas familiares, las visitas a las licorerías y el inventario de personajes que pululan a su alrededor…- son más, mucho más, que un testimonio; son un mundo luminoso y atroz, excitante y fúnebre, placentero y doloroso, tentador y temible: “Todo lo bueno o malo que ha ocurrido en mi vida ha sido predecible o inevitable, en especial las decisiones y los actos que han garantizado que ahora esté completamente sola”.
Quizás esa sagacidad que le permite retratar ambientes y momentos con tanto vigor y perspicacia provenga de una infancia nómada tras un padre dedicado al negocio minero por el profundo Oeste de los EE.UU. y el clasista Chile y una irremediable predisposición hedonista (“eso mata el romanticismo -suspiró Mercedes-. Los hombres buenos no tienen carisma.”) y estén en la raíz de su descreimiento lúcido y preciso, que no desencantado ni amargo: “Los mariachis se paseaban de mesa en mesa, y pasaron de largo al ver su expresión gélida. “Sabor a mí”. ¿Quién puede imaginar una canción en inglés que hablé sobre el sabor de una persona?”.
Lucía Berlín escribió 77 relatos y fue publicada en pequeñas revistas y modestas editoriales con escasa repercusión. Sus relatos estremecen, conmueven, hacen aflorar sonrisas cómplices y miedos inevitables y nos pasean por la acera soleada de la vida y, a la vez, por su lado más tenebroso y ruin. Por eso resultan irresistibles y piden ser golosamente devorados, rendidamente celebrados.
Manual para mujeres de la limpieza
Traducido del inglés por Eugenia Vázquez Nacarino
Alfaguara, 432 páginas
20,90€. Ebook: 8,99€
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