La ropa sucia es mejor lavarla en casa, porque si se airean los trapos sucios puede tener consecuencias, y éstas, a menudo, escapan a nuestro control, y el arrepentimiento ya sirve de bien poco. O de nada. Les preposicions expone sobre el escenario la ropa sucia de una amistad longeva, la de cinco amigas de la universidad, y lo hace en un entorno superpoblado de lavadoras, que actúan como interesante y polivalente metáfora visual, que escapando de convencionalismos escenográficos nos mantiene en el plano subliminal de los recuerdos lejanos sin abandonar la crudeza realista del drama en tiempo presente. Y ahí es donde la obra, tal vez con algún rodeo de más, despliega su discurso, su denuncia, que por creíble resulta escalofriante como testimonio. Y por frecuente. No hace falta la agresión para agredir; el aliento en la cara, una mano en el culo, también mata. Y es verdad que pese a la contundencia del mensaje, hay pasajes de la obra que resultan algo mecánicos, distantes, y no tocan la piel como uno espera de una crónica con semejante calado emocional. Pero en cualquier caso, Les preposicions, que se beneficia de un repóquer de formidables actrices, es teatro comprometido, necesario.
Productora: El somni
Autora: Aina de Cos.
Dirección: Marta Aran.
Intérpretes: Marga López, Sofía Muñiz, Alicia Garau, Aina de Cos y Alexandra Palomo.
Espai: Sa Societat (Calvià).
Javier Matesanz
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