El avión comercial que despega de Palma a las 23H00 aterriza en Argel a las mismas 23H00. Claro que el horario oficial de Argelia -como Portugal o Canarias- va una hora después del nuestro. Palma está a 550 kilómetros de Madrid, a 860 de Roma… y a 315 de Argel. Pero las distancias físicas están en una dimensión y las mentales en otra. Hace años, cuando los llaüts que trapicheaban por la costa sentían en su popa el aliento de la Guardia Civil enfilaban hacia Argel, el barco Argel-Marsella hacía escala en el Dic de l’Oest y y su televisión se colaba en nuestro UHF. Y artistas como Bonet de San Pedro se buscaban la vida cantando jazz en sus clubes y boites. Ahora tenemos más a mano la música, la literatura, el cine o la realidad social de Estocolmo, Seattle o Sidney, por un decir, que la de nuestros vecinos de abajo.
Y la pena es que nos perdamos a escritoras como Assia Djebar (Cherchell, Argelia, 1936-2015), seudónimo literario de Fatima-Zohra Imalayen, cineasta, profesora, novelista, retratista de la complejidad de la sociedad magrebí –por ejemplo, en los libros que componen el cuarteto argelino– desde su condición de mujer enfrentada a las limitaciones que le imponía una religión -que la modeló afectiva y espiritualmente- y un régimen político –el nuevo Estado revolucionario- por el que ella había luchado en la Guerra de independencia contra la Francia colonial. Assia (Consolación) Djebar (Intransigencia) se aferró al idioma francés para pensar y escribir, lo que le supuso ser apartada de la Universidad por la imposición del árabe como única forma de expresión oficial de la nueva identidad nacional argelina. Y no quiso renunciar al idioma de los colonizadores porque fue en su escuela pública donde con curiosidad, empeño y el aliento de su padre, consiguió desmarcarse del destino que se imponía a todas las mujeres de su origen y condición. Escribió en francés porque quiso, igual que quiso amar, soñar o rezar en árabe.
Las noches de Estrasburgo fue escrita en 1997, tuvo traducciones al castellano y al catalán, era prácticamente imposible de encontrar y ahora ha sido reeditada. Fue la primera novela que Assia Djebar no ambientó en su país y volvemos a encontrar sus protagonistas; mujeres decididas, valerosas y transgresoras que marchan en pos de sus anhelos y convicciones y sus temas; las identidades colectivas impuestas a las individuales, la convivencia e interacción de diferentes lenguas, religiones y códigos de conducta, la sensualidad como lenguaje propio e ineludible y la violencia como recurso para imponer y afirmar el poder sobre los otros. Todo ello ambientado en la capital alsaciana, escenario histórico de encuentros, peleas, destrucción y acuerdos entre personas y naciones.
Traducción del francés de Manuel Serrat Crespo
Alfaguara, 264 páginas
Precio 19,90€. Ebook 8,99€
Para curiosear por la escena cultural argelina
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