No solo es cosa de niños
Una cosa es disfrutar como un niño y otra, muy diferente, infantilizar la que sin duda es una de las aficiones más populares y extendidas del siglo pasado y lo que llevamos de este. Una pasión para todas las edades. Y es que coleccionar cromos es algo muy serio, aunque sus orígenes refieran al entretenimiento infantil.
El cromo, así como todo aquello que lo rodea, pertenece a ese universo joven y soñador que nos negamos a abandonar. Un acto de resistencia del niño encerrado en nuestra apariencia adulta, que lucha por mantener vivas nuestras ilusiones y quimeras, así como las energías para alcanzarlas.
‘La vida en cromos’ tal vez no sea la vida de todos, pero sí una parte importante de la de muchos de nosotros. O al menos, un antídoto contra la nostalgia y el envejecimiento propio de quien deja diluir sus recuerdos en el olvido. No ceda, y recupere con nosotros las anécdotas, las sorpresas, las rarezas y las maravillas que encerraban los cromos de su niñez. Su historia pasada, presente y futura, que habita ahora las páginas de este libro.
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