Un musical pitagórico para toda la familia. Ahí es nada. ¿Una temeridad? No. En absoluto, si sabe hacerse. Incluso necesario, podría decirse, para contrarrestar tanta propuesta rutinaria que subestima a los niños como público. Cualquier tema puede tratarse desde una perspectiva y un lenguaje infantil sin tener que puerilizarlo hasta la banalidad. Eso sí, adaptándolo a su lenguaje y a sus posibilidades. Y hete aquí un espléndido ejemplo, “La sandalia de Pitágoras”, capaz de explicar la relación de las matemáticas y la música sin que los niños desconecten. Haciendo que se diviertan y hasta participen mientras se les explica lo que es y para qué sirve un metrónomo, en qué consisten los compases y la necesidad de acompasarse para hacer música, ya sea a ritmo de hip hop o para interpretar a Johan Sebastian Bach, o la necesidad de conocer y saber entonar las notas musicales para cantar: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. Tal vez básico, pero no siempre sabido, y desde luego muy interesante para ser aprendido.
Todo ello hecho con simpática eficacia desde el desparpajo de la espontaneidad, cantando, bailando, narrando y, sobre todo, jugando, que es como mejor aprenden los espectadores de este tipo de espectáculos. Entre los cuales me incluyo. Ahora sé algo nuevo sobre “Over de Rainbow”, una de las canciones más bonitas de la historia.
Dirección escénica y texto: Joan Maria Segura i Bernadas
Actriz / cantante: Paula Amell
Piano: Carmen Vidal
Violoncelo: Guillem Vellvé
Clarinete / saxofón: Sonia Vidal
Teatro: Caixa Fòrum
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