Uno no acaba de entender porqué se hace una película como esta si ya existe “Los intocables de Elliot Ness”. ¿Es acaso un remake inconfesado? Sería una bobada, pero lo parece, desde luego. Hay que cambiar a DeNiro Capone por Sean “Mickey Cohen” Penn, a Kevin Costner por Josh Brolin, y así sucesivamente hasta llegar a la escena de la escalera, a la cual solo le han quitado el carrito para disimular, y tendremos una fotocopia del film de De Palma; pero peor, claro. Bastante peor. Resulta previsible, esquemática y convencional en sus formas narrativas. Además de desaprovechar un magnífico reparto, que hace lo que buenamente puede con sus manidos y estereotipados personajes, que nada tienen que aportar al género. Y más bien poco al entretenimiento.
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