Hay dos valores que en escena siempre deben reconocerse y aplaudirse: el atrevimiento creativo y la ilusión contagiosa en la ejecución del trabajo; y ambos están muy presentes en Gajes del oficio, primer montaje de Ombra teatre en el terreno de la comedia gestual. Un divertido ejercicio que tiene mucho de primerizo, pero que evidencia el gran esfuerzo invertido por todos los implicados y grandes dosis de talento aún por pulir, pero bien encaminadas.
No se trata de un proyecto especialmente original, pero sí muy imaginativo en la órbita clown, donde se sienten del todo cómodos los intérpretes, a los cuales, sin menoscabar la eficacia de sus gags ni su indudable capacidad para empatizar humorísticamente con la platea, les falta algo de precisión coreográfica y de control sobre el histrionismo facial y el ritmo mímico. Tablas, en una palabra. Aunque despuntan algunas cualidades incipientes en más de un momento y dentro del irregular conjunto ofrecen algunos hallazgos notables. Tronchantes, de hecho. Y aquí es donde la veteranía de Luis Venegas marca la diferencia.
Falta rodaje, pero sobran ganas. Un buen inicio.
Javier Matesanz
Els vostres comentaris