Tremendo el nuevo film del argentino Pablo Trapero (“Carancho”). Como un zarpazo en la conciencia social. Un puñetazo en la boca del estómago de las presuntas susceptibilidades comprometidas y en realidad acomodadas y miopes. Las nuestras, las de aquellos que disfrutábamos del estado del bienestar y ahora lloramos su pérdida “relativa”, la cuesta de enero, el mes que no llega a final de sueldo o la inestabilidad laboral.
Tal vez algo confusa en su caos embarrado y ruinoso, pestilente y tumultuoso, pero de una intensidad abrumadora, la película es un sobrecogedor relato sobre el coraje de quienes luchan por las causas perdidas, sabiendo que lo son, pero impermeables al desaliento y la resignación. Una historia hermosa de amor al prójimo y fe en el hombre. De convicción y humanidad, más allá de creencias cristianas o cualquier otro credo habido o por haber. Y sin concesiones, porque es realidad lo que quiere captar y capta el film, y no está el mundo, ni ese ni el nuestro, para frivolidades ni cuentos de hadas. Sólo esperanza. A pesar de todo. Agotada y maltrecha, pero esperanza. Como la encarnada por el formidable Ricardo Darín, por un descomunal Jérémie Renier en eterno conflicto con su portentosa debilidad, y una convincente Martina Gusman, que nada tiene de contrapunto femenino, sino de poderosa mujer.
Cine Augusta 16:00 18:05 20:30 22:40 Festival Park 21:30 23:30
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