Se prestaba al chiste fácil. A la parodia con enano. Al chascarrillo y el humor por contraste. Hombre pequeño de gran corazón. Mucha mujer para tan poco hombre. Los mejores perfumes en frasco pequeño. Muy bajito para tan altas pretensiones. Y un etcétera más grande que el protagonista. Pero no. Por suerte, se trata de una película seria. Una comedia, sí; romántica, también, pero conmovedora, intensa y con una idea clara: hablar de la dignidad de las personas con independencia de su aspecto, de su envoltorio. Y en este sentido, el ejercicio es modélico, porque no resulta aleccionador, ni demagógico desde un punto de vista moral. Es tierno y amable. Espontáneo. Y la empatía con el personaje protagonista – un fabuloso Guillermo Francella, que de enano no tiene nada, y aunque se nota el truco no molesta -, llega por la vía de la naturalidad y la simpatía, así como por la química emocional que se establece entre la pareja, y que no solo resulta creíble, sino también envidiable. Son comprensibles los reparos de ella. Su contradictoria vergüenza pública, enfrentada a sus irrefrenables sentimientos. Todos tenemos prejuicios. Aunque sean involuntarios. Y esa es la autenticidad de la obra, y su principal virtud. No solo es realista, sino que parece real. Nunca impostada. Y a estos aciertos hay que sumar que la cinta es entretenida en todo momento, que evita, ya lo hemos dicho, el humor fácil, que se apoya principalmente en la fluidez de los diálogos, ligeros y ocurrentes, y en la solvencia de sus intérpretes para aprovecharlos. Y se agradece además, porque lo contrario siempre empalaga, que no cargue las tintas en el dramatismo melodramático. La historia se prestaba al relato compasivo, y eso la hubiera convertido en una más. Esta no es genial, pero tiene su personalidad. Es muy digna, honesta y a ratos muy bella. A pesar de algunos pasajes algo convencionales que se perdonan de buen grado.
Corazón de león
Argentina, 2014. Dirección: Marcos Carnevale Intérpretes: Guillermo Francella, Julieta Díaz, Jorgelina Aruzzi, Nora Cárpena.
Els vostres comentaris