Xesc Forteza fue una institución del teatro regional mallorquín, y su popularidad es un hecho indiscutible, que desembocó en la inauguración de un teatro con su nombre. Ahora, cuando se cumple un cuarto de siglo de su fallecimiento, el Ajuntament de Palma decreta en su memoria que éste sea el año Xesc Forteza y, en ese mismo teatro, le homenajea recuperando una de sus comedias más icónicas: “Ca ses monges”. ¿Por qué´? Por qué ésta, quiero decir, pues era icónica, sí, pero no buena. Emblemática porque la cara de cómico gamberro con poblado mostacho, enmarcada en un “rebosillo” de monja de clausura, era sinónimo de carcajada y garantizaba el éxito de la obra, aunque no fuera de las más inspiradas del autor. Pero claro, con o sin hábito, Xesc ya no está, y la obra ha envejecido mucho, muchísimo, y no bien.
Justo es decir que la gente, que llenaba la sala, reía con las rocambolescas y bastante trasnochadas ocurrencias de la trama, a pesar de que el vodevil pedía a gritos ese ritmo necesario que no fluía y lastraba su eficacia, y que si mantenía el tipo en algunos tramos era por la simpática comicidad de Bernat Mayol. El único capaz de conseguir, encarnando “al Cerebro” que en su día fue Forteza, que un público nostálgico recuperara de la memoria las risas de antaño. Un bagaje muy pobre en su conjunto, y más tratándose de un tributo del que se esperaba al menos algo más de solvencia artística.
Título: Ca ses monges
Autor: Xesc Forteza
Director: Vicenç Torres.
Intérpretes: Bernat Mayol, Marc Bibiloni, Pau Cortés, Joan Francesc García, Lina Terrassa, Marta Ferrer, Pilar Quetglas y Rafa Sitges.
Sala: Teatre Xesc Forteza
Javier Matesanz
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