Birdman

Alejandro González Iñárritu es probablemente el mejor director de su generación, y lo ha demostrado a lo largo de una carrera que incluye obras tan reconocidas como Amores perros (2000) o 21 gramos (2003). Ahora nos regala la que probablemente sea su segunda mejor película hasta la fecha (es difícil pensar que algún día pueda superar su opera prima). En una época en la que los superhéroes están a la orden del día y el rollo hipster se lleva más que nunca, el director mexicano (y sus guionistas) lanza un ataque al sistema con Birdman, una obra que pretende y consigue reflexionar sobre el poder del ego desde el punto de vista de un actor de Hollywood, ex-ídolo de masas, que intenta relanzar su carrera protagonizando y dirigiendo una obra de teatro. Tan apetecible personaje está encarnado por Michael Keaton, una elección de casting sobresaliente que en un juego de realidad o ficción el actor aprovecha al máximo obsequiándonos con una brillante interpretación. Y es que, el papel de Riggan Thomson parece escrito expresamente para Keaton, y quizás, sólo quizás, Peter Weller podría haber funcionado de igual manera en la propuesta. Le acompañan un reparto de lujo que incluye a Edward Norton, Amy Ryan, Naomi Watts y la siempre maravillosa Emma Stone.       

Por su parte, Iñárritu se divierte con su equipo de rodaje realizando imposibles planos-secuencia, experimentando con el manejo de las ópticas, convirtiendo la música incidental en diegética…en otras palabras, huyendo del estilo que imperaba en sus anteriores largometrajes, acercándose más a ese lenguaje que sí empleó en sus spots televisivos. Logra a su vez no perder el control en ningún momento manejando el ritmo de la trama de un modo ejemplar, haciendo que el espectador se introduzca de lleno en la historia a lo largo de dos horas que pasan a toda velocidad. Plagada de momentos cinematográficamente excelentes (la bronca entre Keaton y Stone), a Birdman podemos catalogarla de joya en estos momentos. Tal vez el paso del tiempo la trate mal y se desinfle como ha ocurrido con otras películas, pero a día de hoy no podemos hacer otra cosa más que disfrutarla.