¡Atraco!

Aunque el trailer no le haga justicia, lo cierto es que a la postre, por aquello de las escasas expectativas creadas, se convierte en el mejor aliado de la película. Y es que la promoción, de manera incomprensible, parece presentarla como una comedia de atracos torpes y atropellados, rayana en la bufonada y de ritmo algo bodevilesco. Pero en cambio se trata de un sólido relato con base argumental histórica –pese a sus notables y aparatosas licencias ficticias-. Una película que oscila entre el simpático melodrama de contrastes culturales, sociales e incluso sociopolíticos, y un drama íntimo y sentimental con trasfondo policiaco y una inesperada contundencia, que sacudirá aquellas acomodadas sensibilidades más atentas al chascarrillo que a las arraigadas motivaciones ideológicas o emocionales que gobiernan a los personajes.

En su conjunto y para mejor, el film no es lo que parece. En torno al robo amañado de las joyas de Evita Perón en el Madrid franquista, se urden varias historias de amistad, lealtad y compromiso, que entretienen, divierten, intrigan y emocionan. A parte de ser otro incontestable ejemplo del superlativo talento que los intérpretes argentinos parecen tener innato. Insuperable Guillermo Francella, ya visto y admirado en ‘El secreto de sus ojos’.