A principios de febrero se estrenaba en Sa Botiga de Buffons la obra ‘Marlene’, lo cual ya es noticia, pues hay que ser valiente para estrenar algo en 2013. Se trata de un texto original de Martín Garrido nunca representado en Mallorca hasta la fecha, que significa además el debut en la dirección escénica de quien hasta hoy solo había ejercido de intérprete sobre las tablas, Xisco Rodenas. Uno de esos abnegados obreros del teatro que, según definición propia, “no sé muy bien quien soy, pero sé lo que soy: actor”. Una reflexión existencial que parece extraída de su anterior trabajo, un monólogo sin pelos en la lengua titulado ‘Pienso’, y que ahora ha decidido ampliar en lo que a responsabilidades artísticas se refiere, asumiendo la difícil tarea de autodirigirse. Junto a Rafael González, actor que completa el reparto de la función.
Después de tantos años dedicado a la interpretación, ¿Qué empuja a un actor a dirigir?
En mi caso, creo que se ha agudizado mucho la visión de las obras que te proponen, ya empezaba a verlas de manera diferente a como lo hacían los directores con los que trabajaba y quise trasladar mi punto de vista al público.
¿Por qué ‘Marlene’? ¿Qué te sedujo de este texto para decidirte por él?
Tres cosas… 1 ¿Quién no estuvo enamorado alguna vez de Marlene Dietrich?. 2 ¿Quién no ha quedado fascinado por “el séptimo sello» de Bergman?. Y 3 Une esas dos cosas de la mano de Martin G. Ramis, y tendrás un texto divertidísimo, profundo y actual que vuelve al origen del teatro… contar historias.
¿Por qué el público no debería perderse “Marlene”?
Por su frescura, sus ingeniosísimos diálogos y porque van a descubrir a un Rafael González que no olvidarán nunca.
¿Qué tal fue el estreno, el pasado día 1 de febrero en Sa Botiga de Buffons?
Con la sala a rebosar, igual que al día siguiente y la gente entregada… fue magnífico ver al público reír, llorar y emocionarse.
¿Pasa el futuro del teatro por el pequeño formato, las salas alternativas y las producciones independientes?
No sé donde está el futuro del teatro, pero el presente es este y tenemos que aceptarlo y trabajar con él, defendiéndolo con uñas y dientes.
¿Qué es más duro actuar o dirigir? ¿Y dirigirse a uno mismo?
Sin lugar a dudas, para mí, dirigir. Cuando actúas haces tu trabajo y le dejas la responsabilidad del resultado al director. Cuando diriges tienes toda la responsabilidad, incluida la interpretación de los actores. Dirigirme a mi mismo no es más que otra anécdota en mi vida profesional, curiosa y diferente.
¿Te han quedado ganas, después de la experiencia, de repetirla con otro proyecto? ¿Tienes alguno en la recámara?
Ganas nunca me faltan, pero soy de los que piensan que los proyectos te eligen a ti, no tú a ellos, aunque lo parezca… En este momento, el único proyecto es llevar a ‘Marlene’ de gira, ya estamos cerrando teatros en Mallorca, Sevilla y Valencia… en eso estoy.
¿Por qué las administraciones deberían apoyar, cuidar, mimar la cultura?
La cultura es parte inherente de las personas. ¿Deberíamos quedarnos sólo en aprender a leer y a escribir? ¿Nos deshacemos de pintores, arquitectos, escritores, actores, etc., y creamos en las escuelas únicamente mano de obra barata para los ricos y poderosos? Si no cuidamos nuestra cultura nos estaremos suicidando como sociedad.
¿Puede el teatro sobrevivir sin las subvenciones?
Por supuesto, el teatro debe vivir de su trabajo, el dinero público debería utilizarse para crear espacios culturales y cuidarlos, no para mantener a determinadas personas o grupos. Si hacemos bien nuestro trabajo, el público, o sea, nuestros clientes, nos ayudarán a mantenernos.
¿Algo que añadir?
‘Marlene’ es una ocasión perfecta para ver la esencia del teatro, por más o menos lo que vale ir al cine, se llevarán algo en su alma que perdurará mucho tiempo.
¿Y donde la podemos ver?
Las próximas funciones son en Sa Botiga de Buffons el 10 y el 24 de febrero a las 19.30h.
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