Respira

Respira es una intriga extraña –Sin aliento hubiera sido más adecuado, aunque no literal, como título traducido para la versión española-. Un drama intenso, asfixiante y a ratos trepidante, que plantea cuestiones mucho más interesantes que la intriga que vehicula el argumento, y que le sirve como excusa genérica a la película, así como para ofrecer esos giros tan comerciales que acercan las historias al gran público. Aunque tras un primer visionado no parece ser la trama criminal, el posible tráfico de menores, el thriller con secuestro infantil que marca la dinámica de la función, lo que más le interesa a los responsables de la cinta, que deslizan continuos matices y ponen especial  interés en el retrato de contrastes culturales entre Grecia y Alemania – un peliagudo escenario sociopolítico actual-, en las diferencias de clase de sus protagonistas, y hasta en los diversos modelos de familia, de pareja, existentes hoy en esa nueva realidad social paritaria que es la Europa contemporánea, y en la que la igualdad juega un papel preponderante en la cotidianeidad hogareña y laboral. Y es precisamente eso lo que les permite a las dos notables protagonistas de este film alemán desplegar sus cualidades y construir dos complejos personajes, que van más allá de la angustia y la desesperación, para centrarse en el dramático proceso existencial que cada una vive a su manera, y que no describiremos para no incurrir en spoiler alguno. Algo, por cierto, que se agradece, pues condimenta un conjunto que como ejercicio de intriga criminal seria de lo más convencional, y que así en cambio consigue suscitar diferentes lecturas y niveles de atención que entretienen tanto como inducen a la reflexión.