Memoria femenina de tiempos oscuros, recogida inicialmente en el libro Dones republicanas de Margalida Capellà, i convertida en teatro por Iguana, para hacer justicia social con el nombre de Llum trencada, según dramaturgia de otras dos mujeres: Aina Salom y Carme Planells, y en manos de tres formidables actrices que prestan voz y gesto a las verdaderas protagonistas de este testimonio histórico desgarrador, que no son otras que las víctimas del absurdo cruel de una guerra fratricida. Historias de mujeres mallorquinas que murieron por sus ideas, o incluso por las de los demás. Por ser hijas o mujeres de, por callar o por hablar, por leer o escribir, por vivir… Y esa es la principal virtud de este montaje, que siendo casi documental en su premisa formal y sus contenidos, utiliza de forma impecable el lenguaje teatral, los recursos lumínicos y narrativos de la puesta en escena, para insuflar vida y recuperar, casi actualizar, esos recuerdos que nos sobrecogen, nos emocionan, nos indignan. Y para ello, Pere Fullana aprovecha la versatilidad de sus intérpretes, que en sus continuos cambios de rol van mucho más allá de la exposición textual, para jugar con la imaginación de los efectos sonoros, del movimiento, con las evocadoras canciones y los enriquecedores silencios, e ir construyendo un universo que pese al dramatismo transmite esperanza, y sobretodo dignidad.
Llum trencada es un documento necesario, para que no caigan en el olvido aquellos infames episodios, que aún hoy muchos pretenden negar o ignorar, y para que las nuevas generaciones los conozcan, pues es una realidad, una verdad que no está tan lejos como para descuidarla. De los rescoldos puede reaparecer el fuego, y también el odio. Aunque con prudencia y buen gusto, no es el odio lo que reivindica la obra, y eso es de agradecer.
Els vostres comentaris