El nuevo álbum de Colo destaca y mucho por varios rasgos. En primer lugar, por la ambición que lo sustenta. Son casi cuatrocientas páginas que nos deparan una magnífica metáfora sobre el momento actual y los comportamientos individuales en una sociedad que se descompone. Como si al momento que vivimos se le aplicasen todavía unas cuantas vueltas de tuerca adicionales de depauperación, control social y miseria cultural. El Madrid en que acontece Hoy es un buen día para morir resulta tan apocalíptico como creíble y acongojante. Y acojonante, por supuesto.
En segundo lugar, por la minuciosidad en la elaboración de los personajes y tramas que van urdiendo el relato. Pese a tratarse de un desarrollo narrativo complejo y profundo, el ritmo no decae y la historia avanza imparable sin apenas altibajos.
Y también, por que es necesaria mucha creatividad para sacar adelante en seis años un proyecto sin guión previo que incluye en paralelo una banda sonora de 72 minutos compuesta y grabada por una banda, en la que el propio dibujante ejerce de bajista, impregnada por la ficción relatada en clave de rock sinfónico setentero, incluyendo pasajes con un coro de 40 voces. Con dichos mimbres, el empeño tenía muchos números para acabar siendo un tostón de aúpa, y sin embargo, la cosa funciona y se deja oír gratamente.
Jesús Colomina Orgaz, Coro, (Madrid, 1968) se dedicó a la publicidad hasta que le llegó el momento de plantearse qué estaba haciendo con su vida, lo que le indujo a corregir el rumbo y gastar parte de su tiempo en inventarse cómics, que es lo que realmente le gusta y place. Y el goce y el disfrute están por supuesto en el tuétano de esta historia que se pregunta por el amor y la bondad, la razón y el instinto, las convenciones y la desesperación. Igual que un virus letal que se propaga causando el mal de la tristeza, que se torna epidemia y se lleva por delante nuestro estilo de vida, el sistema en el que pacemos aletargados, adocenados, alicaídos.
Dibbuks, 384 páginas
30,00€ (CD Incluido)
Els vostres comentaris