Lamento no haber visto la Gloria original de origen chileno, pero mucho me temo que de haberla visto, ésta que nos ocupa, la versión yanqui dirigida por su propio autor hispano Sebastián Lelio, no tendría mucho sentido. ¿Por qué volver a ver la misma película, seis años después de hecha, adaptada y dirigida, por no decir autoplagiada, por el mismo autor? Estrategia habitual de la industria hollywoodiense, por otra parte, siempre prepotente y convencida de su capacidad para rehacer y mejorar las películas ajenas pasándolas por el filtro uniformizante que todo lo convierte en producto comercial al uso y del gusto general. Pues bien, e insistiendo en que no conozco la versión auténtica, la Gloria Bell remake es aburrida, de estructura redundante y reiterativa, y falta de ritmo narrativo y pegada dramática. Una serie de carencias que lastran el conjunto y desaprovechan el enorme potencial dramático del retrato de los dos personajes principales, formidablemente interpretados por John Turturro y, sobretodo, por una portentosa Julianne Moore. Dos versiones del fracaso existencial y la soledad social resultante, pero con dos actitudes diferentes: la que no se resigna y pretende subsistir, y aquel que cede al destino mediocre del perdedor sin arrestos para luchar. Dos estereotipos reales como la vida madura misma, y que tarde o temprano avistaremos todos tras separaciones, viudedades, nidos vacíos o frustraciones varias, pero que aquí se quedan en anodinos enunciados por culpa de la insípida puesta en escena y la rutinaria inercia del relato, que no sorprende, no golpea, no sobrecoge, y se queda en el tópico. Aquello que años atrás identificábamos o clasificábamos como un Estrenos tv. Quienes comparten edad con los personajes, ya me entienden.
un lloc de cultura peculiar
Els vostres comentaris