Ellas

La protagonista de Ellas (Juliette Binoche) es una madre de familia de clase media, periodista de la revista ‘Elle’ (en efecto, el juego de palabras no puede ser más simple) que investiga para un artículo sobre universitarias que ejercen la prostitución para mejorar su nivel de vida. Pues bien, la película hace honor al citado magazín y, aunque con una dosis más elevada de sexo,  opta por lo superficial, se detiene en lo anecdótico y apenas aporta nada sobre los temas que quiere abordar: desde la infidelidad hasta la crisis de la madurez, pasando por el patriarcado o las complicadas relaciones conyugales o paterno-filiales. Es como si la directora Malgoska Szumowska se hiciese muchas preguntas pero no acertase a dar con las respuestas.

Pero es que, además, la trama es repetitiva, llegando a resultar tediosa. Cuando ya conocemos a las tres protagonistas, cuando intuimos – por mal explicadas que estén – sus motivaciones y  ya hemos observado como interactúa la periodista con cada una de las dos chicas, entramos en una suerte de bucle donde el único interés parece residir en comprobar cómo será el próximo polvo  y en esperar que la acomodada y convencional Anne (Binoche está siempre impecable, y cada días más atractiva) se desmelene.

Si en medio de todo lo anterior, al menos se pudiese extraer un mensaje trasgresor, una imagen impactante… pero no, el viaje a ninguna parte que se nos plantea apenas deja un par de vacuas reflexiones sobre la infelicidad de una mujer atrapada en un matrimonio con hijos y el oficio de vender el cuerpo a cambio de dinero.