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La dulce Ingeborg, el crimen de las marionetas

La dulce Ingeborg, el crimen de las marionetas

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No hay nada mejor para acabar con el absurdo tópico de que las marionetas solo sirven para hacer teatro infantil que ver La dulce Ingeborg, el crimen de las marionetas. Impresionante. Un espectáculo impecable, que acerca los títeres nada menos que a la crónica de sucesos, con un lenguaje documental casi televisivo, con humor negro, pero con un sentido de lo macabro digno del más sensacionalista reality show, e inspirado en terribles y siniestros hechos reales acontecidos en la Ibiza de los 70: el asesinato a golpes de la esposa de un nazi que tenía demasiada información. Sobrecogedor.

Andrea Cruz – esa Madre de la compañía productora- asume toda la responsabilidad sobre el escenario, y demuestra – ya lo sabíamos- que es una artista soberbia. Su dominio del movimiento escénico y sobretodo el anatómico – en el recuerdo la fabulosa Tales of the body– funcionan como lo harían las páginas de un diario. Sobre ella y a través de ella todo adquiere relieve. Danza, se contorsiona, casi se desmiembra, mientras su rostro expresa el dolor y el terror. Y a la vez manipula los títeres, se convierte en uno, anima objetos y desarrolla una capacidad de fascinación visual que resulta hipnótica, perturbadora. El relato es inquietante, pero también interesante en el sentido más periodístico de la palabra. Las marionetas adquieren vida mientras ella la pierde enredada en sus almas de nylon, crueles como pocos personajes humanos han conseguido ser en escena. Y todo en un teatrillo polivalente, lleno de sorpresas, imaginación y fantasía creativa, visualmente inabarcable, que con su estimulante artesanía y un seductor uso de la luz y el sonido – voz y música-, nos traslada al pasado, al más allá y a cualquier otro lugar que la protagonista se proponga. Y así, casi sin aliento, hace el público un último esfuerzo para ovacionarla.

Compañía: La madre. Dramatúrgia: Nona Fernández. Dirección e interpretación: Andrea Cruz. Espai: Teatre Catalina Valls (Festival de Teresetes)

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